Aun con la oscuridad del alba, aun cuando el silencio ronda por las calles de una ciudad dormida. Aun cuando la brisa fresca de la noche acaricia el rostro de los nocturnos. Aun entonces sigues estando en mi presente. Escondido bajo mi piel. Me convertiste en el guardián de los recuerdos, el que atesora la llave. Sigo andando aun hasta donde incluso la fe no existe. Entre las sombras y el lodo. Inmortal al tiempo mientras pueda recordar. Losa que cae sobro los hombros, sin llanto, sin reproches.
Aun cuando creas que el viento borro tus huellas, aunque la distancia sea insalvable, seguiré guardando el secreto.
Aun cuando creas que el viento borro tus huellas, aunque la distancia sea insalvable, seguiré guardando el secreto.
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