No os sucede a veces que pasado mucho tiempo os viene a la memoria una persona, un lugar, un momento en el cual no habías vuelto a pensar???
Hace ya una eternidad fui a "Firenze", para alejarme del mundanal ruido del corazón. Allí descubrí la paz, la belleza y lo insignificante que somos en el pasar de los tiempos... Fui con la incomoda compañía de mi misma y una mochila a cuestas. Sin guía, sin visa y sobretodo sin carné de alberguista. Prácticamente me fui con lo puesto, en busca de un yo aventurero e independiente (una utopía para aquellos que me conocen).
Anduve por sus históricas calles, deteniéndome a contemplar el río, las joyas, la gente feliz al pasar, todos ajenos a mi verdad.
Ahora recuerdo con cariño las risas en la cena con unas valencianas estupendas, hay que ver como comían! Aprendí trucos de magia de un mago finlandés llamado Etuu, hablé con una estudiante de Oxford que estaba de Inter.rail por tierras italianas y fui salvada de las garras de un pesado-man por unos monitores franceses...
Una vez descubrí que la felicidad iba en bici camino de Damme, pero en Firenze encontré la paz que tanto necesitaba. Quizás fue allí donde tomé la decisión más difícil que había tenido que tomar hasta entonces. No digo que fuera la acertada, solo difícil.
Aquí os dejo, contemplando como un día hice yo, la belleza en su máxima expresion.
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